jueves, 25 de noviembre de 2010

El levantón

Fotografía: Karla Isela Flores

El día que suceda el levantón
Voy a estar arriba de mi hamaca emocional
estaré tranquilo con todos y con todo
no voy a resistirme a sus armas
no voy a perturbar a mi conciencia tranquila

El día que suceda el levantón
cuando me violenten les devolveré una sonrisa
y sabré que jamás odié ni me dejé comprar
y por eso
me sentiré dichoso

El día que suceda el levantón
estaré listo pues todo lo que pude hacer lo hice
amé con oleadas pasión
sufrí como las ramas en el árbol seco
aprendí a dar pasos en la sangre

El día que suceda el levantón
tomaré un profundo y blanco respiro
y sabré que me dirijo hacia una muerte segura
yo mismo subiré a la cajuela
yo mismo me pondré la capucha

El día que suceda el levantón
cerraré los ojos como jamás los he cerrado
cerraré todo el cuerpo como un párpado
dejaré que me cubran las sombras
tendré miedo pero hasta el último de mis momentos sabré
que todo lo que tengo es lo que soy
y todo lo que soy me basta
para dejar de existir.


Curiel, Jhonnatan, 2010, “El levantón” (poema), Revista Generación. Tijuana: Violencia y Creación, Año XXI, #82, México.
 
Traducción al inglés del poema “El levantón”:

Gutiérrez, Sonia, 2010, “The Lift”, publicado el 7 de Septiembre de 2010 en el blog Chicana in the mist: http://brujadelanoche.blogspot.com/2010/10/jhonnatan-curiels-poem-el-levantonthe.html


The Lift

The day of the lift
I will be on my emotional hammock
I’ll be gentle with everybody and everything
I will not resist their weapons
I will not trouble my contented conscience

The day of the lift
when violence turns upon me I will return a smile
and will know that I never hated and did not sell myself
and for that
I’ll feel privileged

The day of the lift
I will be ready—for everything I could do—I did
I loved with waves of passion
suffered like branches on a dry tree
learned to take steps on blood

The day of the lift
I will take a deep white breath
and will know a definite death awaits me
I myself will get into the trunk
I myself will put the hood on

The day of the lift
I will close my eyes like I have never done
I will close my body like an eyelid
I will allow shadows to overtake my body
I’ll be afraid but until the last moments will know
that everything I have is what I am
and everything I am will be enough
to cease existing

Stupid son of a bitch

¡Open the puerta jijo de tu mother fucker! Te tenemos surrondeado, come out with your hands en la cabeza- El sargento Turruviates gritaba exasperado mientras reclinaba su tenso cuerpo al lado de la puerta, tenía su escuadra preparada, estaba listo. ¡Sal cabrón! No queremos killearte. El Cabo Williams agachado al otro lado de la puerta se apretaba la escopeta al pecho y sacaba su crucifijo para darle el besito de la buena suerte. Williams, ponte trucha mijo, ese cabrón is not coming out, voy a kickear la puerta, cover me. El Sargento Turruviates se pone frente a la puerta decidido, pesadamente exhala y lanza una patada fuertísima: ¡CRASS! Pero la puerta no se abre: ¡CRASS! ¡CRASS! ¡CRAK! Entra el Sargento Turruviates lanzando gritos de: ¡Get on the piso! ¡Fucking get on the piso. .El Cabo Williams lo sigue temeroso y tropieza al entrar dejando caer la escopeta a la que se le escapa un tiro: ¡POOOM! El estruendo enloquece al Sargento Turruviates que dispara a diestra y siniestra sin apuntarle a nada: ¡TAS TAS TAS TAS TAS! Se tira al piso y rueda, saca el revolver del tobillo y sigue disparando. ¡AAAAAHHH! ¡Sargento, Im hit! El Cabo Williams se aprieta la pierna y no sabe de dónde provino el disparo. No ve al sargento por ninguna parte. Aguántese mijo, calm down and take cover. Herido, El cabo Williams se arrastra de espaldas con la escopeta en el pecho, entra a un cuarto cercano y se recarga en la pared listo para dispararle a cualquier cosa que se mueva. ¡Hang in there mijo, im gonna helpearte! El Sargento avanza pecho tierra, escucha un ruido y se detiene al borde de la entrada a un cuarto, está nervioso y espera. El ruido se repite de nuevo y mete la pistola por la orilla de la puerta, dispara. Del otro lado un horrible grito de dolor se escucha: ¡AARRGGHH! ¡SARGENTOOO! Turruviates palidece y se queda tirado con la mirada fija en el suelo, sabe lo que ha hecho. Atrás de él un hombre con una risita irónica y con un revólver apuntándole le dice: You stupid son of a bitch ¡PUUM!


Curiel, Jhonnatan, 2010, “Stupid son of a bitch” (Minificción), en Karla Villapudua (edit.) Primer Antología de Cuento Espiral/Cartonera, Tijuana, B.C., México.

Más allá de la sed

Joana Ricou

Grito y sueño en el aromático crepúsculo de las fricciones donde las uvas del amor nos arden sobre la piel
reímos como dos hojas bajo la oscuridad y nos sacudimos desnudos las palabras
los secretos
el silencio mismo

grito que surge desde la raíz de nuestra espina visceral y se dirige a lo terrible
lo que violenta al éxtasis
lo hermoso

húmedo grito bajo estas aguas del abrirse corpóreo
fluimos como luces en vértigo bajo la corriente de nuestro ímpetu
fugaces
desaparecemos
somos sombras en el efímero instante pleno por un arrobo de cascadas donde la mirada se hunde por sí misma
en el anochecer que atraviesa nuestras emociones y cansancios
más allá de la sed
tu delirio.


Curiel, Jhonnatan, 2010, “Más allá de la sed” (Poema), revista electrónica Espiral, no. 29, edición Septiembre-Octubre

Espectro


Roce de ausencia inabarcable en ese tipo con ropas a punto de llorar y zapatos dolorosos ángulos caminantes por extensiones de cemento y delirio
sordos vehículos avanzado sobre sordos panoramas grises y luces artificiales brillando como ángeles de soledad sobre la soledad de la calle

abertura natural de cabeza se le diagnostican crueldades angustiantes y pastillas para sudar su placer a risa de recogimientos banales
indolencias sobre cómo mejorar las condiciones sexuales en un anuncio de televisión y unas ganas de aventarse a la pantalla de los vidrios rotos
saber que hay métodos más allá de lo acordado para despertar la continua necesidad y la contorsión hacia el vértigo
la analogía del cuerpo con el otro se convierte en una masturbación de insuficiencias y cotidianos accesos de realidad animada
nada
tantos ojos pesados acosados por un insomnio sin estimulación ni goce y tose infecciones sobre efectivas maneras de irrumpir en arrebatos de uñas sobre el cuello
réplica de instantes imaginariamente gastados tocados sentidos perdidos
precocidad para creerse fantasmal y cruzar los horizontes en sombras y saliva donde el amor emana tiembla come regurgita olvida escupe besa lame toca y resbala por la piel como una presencia que no se puede olvidar
que no se puede dejar
porque su espectro es tan grande
tan aplastante y grande



Curiel, Jhonnatan, 2010, “Espectro” (Poema), revista electrónica Espiral, no. 28, edición Julio-Agosto, en: http://www.revistaespiral.org/espiral_28/literatura_jonathan_curiel.htm

Sonreíste para nadie



Sonreíste para nadie
hubo más heridas que augurios en tu cara
reconocí las certezas
el límite de tu cuerpo bajo la oscuridad
eras más humo de cigarrillo emanado de las tinieblas
saboreabas los rincones

eras otra vez una silueta doblada
fumadora de tus recuerdos
el kristal ardía entre tu mano y tu boca
hacia la velocidad del insomnio y el goce de lo efímero
de ti emanaba el vestigio de una necesidad incompleta

iluminada a trechos por los neones gastados
reíste para nadie
tu palabra desaparecía
entre el bullicio se deshojaban tus facciones


Curiel, Jhonnatan, 2010, “Sonreíste para nadie” (Poema), revista electrónica Espiral, no. 27, edición Febrero-Junio.

lunes, 7 de junio de 2010

Memoria movediza



Memoria movediza
cortezas lamiéndose en el callejón
donde el cuerpo se desbarataba a besos
caricias que poco a poco se volvían ramajes que mordieron
que dolieron pero que gustaron
arrancados filetes del amor pasado por la furia
en el anochecer sangrante cuando los pájaros jugaban
a picotear los corazones insomnes

Uñas como ojos
brazos como lenguas
suplicantes mordidas
el dolor ofrecido

Cuerpos ceñidos
sedientos de cariño
lamiendo su hueco para después entrar en él
a ciegas
bajo desaparecidos sabores que alguna vez se tocaron
sintieron
espectros que comenzaban desde adentro
muy adentro

Era el instante de la memoria movediza
donde se ahogaba entre las sombras
nuestro recuerdo carnal

jueves, 8 de abril de 2010

Como el átomo





Jhonnatan Curiel

No soy mujer
mas tengo una condición femenina
esto no me hace menos masculino ni más prejuicioso
sólo me hace consciente de que mi naturaleza es total
en mi habitan ambas fuerzas
y soy esporádico como este momento en que nazco

No soy mujer
mas tengo los ojos del sentir corporal
ejercito la virtud de que la realidad me penetre
y entra y sale de mi vida una desesperanza
entra y sale de mi vida acompañada de una dicha oceánica
Siento correr por el cuerpo este presente de sangre
hasta que brota la época de mis entrañas
Tiempo y Espacio desnudos ante mí
nacidos como mellizos que se miran a los ojos

No soy mujer
mas llevo cicatrices y energías azuladas
la memoria inconsciente de un aliento vegetal
un pasado de selva humedece mis células
las manos unidas a la tierra sienten vibrar sus secretos
se anuncia la gran contracción de la galaxia
una cósmica respiración es el continuo presagio
de que algo está por nacer

No soy mujer
y al repetirlo crece el cabello de mis sensaciones
y llega la noche a mis categorías y mis maneras de nombrar
espectros remarcan esa grieta que divide los sexos
son los espectros del conflicto
Se habla del hombre y la mujer pero poco de la Humanidad
la síntesis del planeta
la dinámica de dos sustancias en la sola esencia de existir
sin biología de división
sin filtros morales de contraste
Aunque el agua que somos abra cauces de violencia
fluimos con el vertiginoso impulso de amar
los mismos sexos anhelan su reflejado deseo
Somos seres deseantes en la pasión de cuerpo que somos
¿Qué sexo tienen las moléculas y partículas que entrelazan mi piel?
ninguno
Como el átomo que aparece y desaparece en el espacio
así la Humanidad


Curiel, Jhonnatan, 2010, “Como el átomo” (poema), Revista del Colectivo Intransigente, no.1, Tijuana, B.C., México.

lunes, 15 de febrero de 2010

En esta esquina: El cinismo ético. Al Otro Lado: Heriberto Yépez

Jhonnatan Curiel


Al otro lado de Heriberto Yépez (Planeta, 2008) es una novela éticamente cínica. Cómo te quedó el ojo. Te preguntarás cómo puede ser posible tal combinación, no te escames de lo voy a contarte. Quita la carita de intelectual que no te queda. Tú relax nada más, ahora sí, préndele a esa flama en tus ojos de lector y pégale una tremenda fumada a las letras, uuuuffff, así mero, que cale, más fuerte, hasta que sientas los nervios en tu cabeza llenos de coágulos. Uuuufff así, los pinches coágulos quieren salir a como dé lugar pero no les hagas caso, tu síguele dando con toda la fuerza en tus pulmones. ¡Aguas!, pinches coágulos, no vayas a soltar la pipa-hoja antes de tiempo. Vas sintiendo los efectos ya. Para qué te haces si te encanta. Los efectos entran a tu cabeza como veloces arañitas, le harán el paro a tus nervios, ellas terminan de empujar los coágulos por tu nariz, así de buenas son las arañitas que sientes. Sangras, sangras un chingo, muy bien, parece que le abrieron la llave a tus fosas nasales, agua roja espesa, no te tragues la sangre que te hace daño jajaja, le pegaste unos buenos hits. ¡Felicidades!. Ahora sí podemos empezar, ya estamos en confianza, recomiendo que te muerdas las uñas o que metas la lengua entre los dientes buscando restos de comida. Tips para liberar ansiedad. Estos consejos te mantendrán ocupado mientras lees. ¡Ah, golos@!, quieres fumarle más pero nel, aguántate porque después ya no me entiendes nada. Oh aguanta, te digo que te esperes, hasta ya hiciste que se me antojara, pero nel, ahora sí, sin más preámbulos comienzo:

TIBURÓN. Esta novela trata de él y su espacio, como uno sólo. Tiburón inhala y su espacio exhala. Así le dicen al protagonista de la historia, no por peligroso sino por animal, aunque también muerde claro está (ten cuidado con lo dientes de sus mañas). Tiburón es de esa nueva especie de animales urbanos que existen de manera paralela con las drogas: Adictos. Seres que actúan por instinto de necesidad, sobrevivencia física del ansia. Siempre ávidos de la dosis y de conseguirla como sea; robar, herir, matar: actividades de cacería. Nada importa más que la dosis para los nuevos animales urbanos, mutaciones autogeneradas, mitad conciencia y mitad adicción.

PHOCO. Tiburón es un adicto al Phoco, droga hecha con polvo de Ciudad de Paso, veneno de rata y demás especias y barbitúricos. El Phoco es hermano siamés del Ice, Crico o Kristal actualmente. Cualquiera de éstas palabras truenan con tan sólo mencionarlas, encienden algo por dentro, prenden el Phoco, tu sabes, la analogía, hubieras visto tu cara, ya andas en el trip, me da gusto, eso significa que estás poniendo atención.

CIUDAD DE PASO. Tiburón es un yonki en Ciudad de Paso, tierra que al mismo tiempo es hermana inconsciente de Tijuana, la fronteriza, la esquina del mundo, rincón a donde vienen paisanos y extranjeros a prender su pipa y regocijarse con todos los clichés que han escuchado. Las calles apestosas de Ciudad de Paso están infestadas de narcos, policías corruptos y por un chingo de “fugitivos” a los que actualmente se les llama migrantes. La demás gente que habita en la ciudad es el extra, los tranzas cotidianos, los jodidos o los pendejos, las interminables líneas de obreros, los que viven en lomas y terracerías rodeados de polvo, en fin, todos bien high porque no te olvides que el polvo de Ciudad de Paso es el ingrediente principal para preparar el Phoco; uyyy ya se te está antojando otra vez, espérate tantito, apenas voy comenzando.

PERSONAJES. Aquí van, de mayor a menor, en orden de importancia arbitraria: El Phoco y sus respectivos phocazos; Un celular color cebra llamado Zebraphone (Duh!); Christa, su automóvil destartalado pero de buenas curvas; Cholo, un perro (mexican hairless) Xoloitzcuintle que lo sigue a donde quiera; y la única familia que le queda a Tiburón, Quintero, su hermano mayor, pollero local dedicado al tráfico de personas hacia Sunny City (alusión a San Diego, California); y su hermano menor, Yulay, quien vive atrapado en el estigma de su deseo. Sin mencionar a tantos otros personajes que son muy especiales, pero esos no te los diré para frustrarte. De lo que te pierdes. Están gloriosos los otros personajes. Uuyy si supieras quiénes son, ni modo, así es la vida de cruel, no te los voy a decir. Bueno, como insistes nada más te voy a dar una pista: los narco niños.

TRAMA. Esta novela son los continuos viajes de Tiburón al otro lado. Hacia adentro y afuera de sí, inhalar y exhalar en movimientos frenéticos y situaciones en las que no estarás seguro si te encuentras aquí o allá, en el viaje o en el malviaje, en la búsqueda de lo no perdido o en el encuentro de lo más necesitado. Phocazos al acordar nuevas tranzas, phocazos al intentar cruzar la frontera con personas en la cajuela, phocazos al salir a emborracharse, phocazos cuando todos los planes le salen mal, phocazos cuando lo encuentran asesinos, phocazos cuando busca el amor pero se le convierte en polvo. Polvo. Polvo para el phoco. Polvo de Ciudad de Paso. Ya sé, hasta se te hace agua a la boca de todo lo que digo, aprieta los labios para que no se te caiga la babita con sangre. Ya falta menos. La espera aumenta el deseo, no lo olvides, si nada más te vieras la cara te sorprenderías, ahorita sin darte cuenta hiciste unas muecas que nada más hace el Tiburón.

CINISMO ÉTICO. Ya sé, ya sé, comencé hablando de esto pero no he escrito nada más. Lo he tratado de decir sin palabras pero de lo ansioso que estás ni siquiera te das cuenta. Ahora sí aquí va, como en la mayoría de los estimulantes lo mejor es lo último. Preparo, apunto, fuego: ¡No!, pero el fuego del encendedor no, ese todavía no, hasta que yo diga. Prosigo.

Durante la mayor parte de la novela uno se enfrentará con una narración sumamente cínica de lo que sucede dentro de la historia. Entendiendo a lo cínico como una total desvergüenza al referirse a acciones o situaciones que son reprobables por consenso. Es el sarcasmo de quien lo ha visto todo y si no lo ha visto todo, pues lo ha inventado todo. La realidad y la ficción suceden al mismo tiempo en la voz del narrador. Van acordes a los diálogos irónicos de los personajes y las descripciones delirantes del entorno. La realidad no logra superar la ficción nunca, pues esta última a cada instante la sobrepasa, la satura con sus propios elementos, siempre extremando su propia (i)lógica al punto de lo atroz, de la burla, de lo asqueroso. En esta novela la realidad más bien le sirve de pipa a la ficción para que ésta se meta sus phocazos de crueldad, ironía e indiferencia.

La función que juega la continua exageración narrativa, algunas veces travéstica, tiene la finalidad de acentuar lo más que se pueda la sensación descrita. Como los pintalabios y las pestañas de los Drag Queen´s, así la ficción en esta novela es más verdadera que la verdad, más real que la realidad misma. Todo con el propósito de extremar al punto del desgaste la mayoría de las acciones o situaciones descritas. Refritear hasta el cansancio los clichés que construyen el discurso de una ciudad y sus habitantes, llevar éstas nociones al límite de su significación. La violencia topa, la drogadicción topa, la migración topa, la leyenda negra topa, la ciudad se topa consigo misma en esta novela. A lo largo de la historia veremos cómo se remarca el muro metálico en las nociones que describen a un lugar como Ciudad de Paso y sus personajes, en (in)directa analogía con Tijuana y sus habitantes, nociones que ya no pueden pasar, que han encontrado su límite, nociones que necesitan conseguir un pollero de nociones pero se dan cuenta que esos son los más caros.

En esta historia las palabras y los significados que articulan el discurso de una ciudad se vuelven disfuncionales, inútiles, y es aquí donde entra de lleno el papel de la ética, entendida como proceso de autoconstrucción, ya que al caducar la palabra y el significado que antes describían un tiempo, un espacio, una acción y una situación, se destruye el discurso establecido, se viene abajo gracias al desvergonzado cinismo que lo mostró tal y como era, y además de esto, se atrevió a exagerarlo, a autoconstruirlo a partir de su propia pedacería.

La ética de esta novela tiene su origen en la ruina de un discurso extremado y deshecho. Sobre él se planta la ética con total desnudez, lista para ser inventada por aquéllos que se atrevan. Convertir a “la puta en mística” no es tarea sencilla pero jamás imposible. El ideal implícito en esta historia es una inhalación donde se consume todo lo dicho, todo cliché y afirmación prejuiciosa, la exhalación que le sigue es la propuesta de lograr mediante una ética cínica la autoconstrucción de nuevos paradigmas a interpretar, la invención de un nuevo discurso y con ello, una nueva noción de la ciudad y sus habitantes.

FIN. Ahora sí ha llegado el momento que tanto habías esperado, fuiste muy paciente y a pesar de tus ansias estuviste calladit@, eres el ejemplo de todo un yonqui lector. Dale tú primero, yo no tengo ganas de ponerle más. Pero ¡Chin! se me había olvidado decirte, esto es lo único que me queda y no lo puedo compartir (más bien sí puedo pero no quiero compartirlo). Ni modo, después te doy si te encuentro en otro lado. Así es esto, te la pelaste, te quedaste con las ganas, eso te pasa por antojadiz@.

lunes, 1 de febrero de 2010

Minificciones



 Contragénesis

Dios dijo: He aquí el nacer del nuevo humano.
El Humano dijo: He aquí el caer del viejo dios.
El tiempo dijo: He aquí el morir de la palabra.
La palabra dijo: En el final, también fue el Verbo.

Sin título

Dejo caer mis ropas. Entro en ella y se que tenía razón.
En su inmovilidad. En su rancio sudor.
En sus nulos intentos de fingir lo que no siente,
percibo la paz. La verdadera conclusión de mi historia.
G.H. Porcayo

Aún desnuda. Ella se recarga en la cabecera de la cama y se acaricia el pelo. Sus rígidos pezones denotan frío. Un ahogado grito de placer o dolor se escucha en otra de las habitaciones. Es normal. El cuarto a media luz da la impresión de una escena extraída del cine negro –Ya es tarde- se dice así misma. Rápido se levanta y comienza a buscar su ropa. Utiliza una de sus medias para limpiarse las manchas rojas de la cara y después se acomoda el cabello frente al espejo con las dos manos. Toma su tiempo. Sale del cuarto sin voltear a mirar a la cama, ni al hombre con un disparo en la nuca que yace boca abajo en ella.

Turbia escena de jóvenes enamorados

¿Cómo paso esto? ¿Fuiste tú? ¿Pero por qué lo hiciste? ¿Acaso no te dije que sí lo quería? ¿Acaso no te juré que íbamos a salir adelante juntos? ¿Por qué no me dijiste nada? ¿Por qué me lo escondiste? ¿Cuánto llevas sangrando? ¿Me escuchas?  ¿Hace cuánto que te la tomaste? ¿Puedes respirar? ¿No? ¿Sí? ¿No? ¿Dónde está la ambulancia? ¿Dónde está lo que ingeriste? ¿Me escuchas? ¿Me escuchas?  …


Padres sicóticos

El niño está llorando. Mátalo.

jueves, 7 de enero de 2010

Efímera



Incantation by Todd Kurztman

Efímera sensualidad violenta en tu roce de amalgama ardiente ocasión donde nos conocimos lamiéndonos la cara de fantasmas nostálgicos y lejanos ojos tuyos apagados en el beso vacío de bocanadas y lengua sobre mi cuello alejada a los latidos de tus venas mordidas por una claridad en ese hueco que nos intercambiamos y la cadencia de pieles humedecidas aparece poco y tocas las pretensiones vivas en esas uñas totales exhalaciones de agitadas caderas ahogadas en sí mismas cuestiones donde el desprendimiento es completo y deliciosamente ausente de tiempo y espacio entre vibraciones donde se percibe el espíritu bajo las suavidades de una sábana que recibe el sudor de nuestro cansancio húmedo y tembloroso naufragio de un desvelo que nos aproxima y nos separa hasta dejarnos sentir la libertad entre respiraciones donde se adentra nuestro eco corporal y todo el anhelo se aleja
se aleja
se aleja…