martes, 18 de septiembre de 2012

VII Encuentro Internacional de Poesía Caracol


Este mes estaré participando en el encuentro de poesía Caracol, tod@s están invitad@s.


Tijuana 2012. Del 27 al 30 Septiembre.


Programa


RESEÑA DEL POEMARIO "FLORES CEREBRALES"

 Acá comparto una reseña de mi poemario Flores Cerebrales (Navachiste ediciones/Instituto Sinaloense de Cultura, 2012) realizada por el poeta Carlos Santibañez Adonegui.




Reseña literaria a: Flores Cerebrales, poemario de Jhonnatan Curiel, Premio Interamericano de Poesía Navachiste, Jóvenes Creadores 2011, Fundación Cultural Navachiste, www.festivalnavachiste.org, Navachiste Ediciones (Col. La Ranura del Sax, núm. 10), diseño de portada: Ito Contreras.

Por Carlos Santibáñez Andonegui

La teoría del conocimiento es un saber filosófico que se pregunta si en realidad aprendemos, si el conocimiento en sí mismo es posible, qué tan seguros podemos estar de haber aprendido algo en esta existencia donde gran cantidad de lo aprendido es falso o no alcanza a sostenerse en niveles más rigurosos de verdad. La poesía de todos los tiempos es rica en ejemplos de ese algo buscado, mentido, añorado, pretendido, que al parecer se nos cuartea de algún modo. “Aunque sea de oro se rompe”, ¿no Nezahualcóyotl? Lo que creíamos real, con el tiempo se va cayendo a pedazos y se enreda en “ese enjambre de abejas llamadas ilusiones”, como lo nombra el poeta dominicano R. Emilio Jiménez en un poema llamado, precisamente, y es aquí donde la poesía tiene todavía mucho que aportar a la filosofía: Amor. “Amar es Terremoto”, enseña Jhonnatan Curiel, en tanto la lógica, “ha sido útil a sí misma”. La voz del poeta la define como una “escalera para llegar a algo”. Voy a soltar a Jhonnatan como un pastor no alemán, sino mexicano en esencia, presencia y transparencia. No le tengan miedo, filósofos: “La lógica es una cicatriz necesaria para la humanidad… La filosofía abre las puertas al desierto pero la lógica no quiere quitarse los zapatos, no quiere entrar a la humedad de sus conceptos, implica echarlos a la hoguera para reinventarlos como fundir el acero”. Tal es el poeta que nos ocupa. Con él, “hablar es como nadar en la laguna de la conciencia”, pero antes de que me digan ustedes qué es y qué no es conciencia, dejen que alarme a su conciencia con otra alerta de tsunami: “somos capaces de tocar las fibras de la sensibilidad que ni siquiera es verdadera, la verdad es una palabra que implica un concepto, y ese concepto es un símbolo criptográfico de la conciencia, la conciencia lo reconoce al unir los nervios en su electricidad, la electricidad es vibración, por eso la sensación tiene su propio lenguaje…” Y dentro de ese lenguaje hay “una onda de magnetismo que recorre los nervios suspirando, hay una ráfaga de simetría que teje un poema sobre la piel”.


Que se vaya de lado, que no se colme, que se complique en juegos, en la mentira la condición humana, es lo propio de ella. Los griegos lo asimilaron a la fatalidad implícita en la idea de destino. Los judíos, a la soberbia del ser humano que se cree superior a Jehovah: el que es, el que fue, el que será, y así sucesivamente todas las religiones, y ese común denominador de que la humanidad va mal, está en pecado, etc., no tiene que tener un copyright fijo sino que es de todos y por andárselo peleando cada religión, cada filosofía, por estarse demandando derechos de autor, o copiando descaradamente y tratando de cobrar regalías por decirlo antes que el otro, lo que está sucediendo es que lamentablemente no lo ve casi nadie, y aunque le han puesto miles de nombres, cada vez lo ve menos gente. ¿Querrían verlo con ojos de Jhonnatan? Aquí está: “Me parece increíble que los ojos no perciban el crepúsculo de las cosas en el hundimiento del mundo”.

Hay también cantidad de recuerdos que deciden por nosotros, sé que Bergson habría gozado tanto como yo al leer este poemario después de haber escrito su valiosa Materia y memoria. Si hubiera una obra donde hacer realidad el objetivo pleno, sin divorcio, de filosofía y letras, como se ha hecho realidad en el nombre de facultades y aun de la carrera reconocida en ciertas Universidades antiguas y modernas, no manchadas del asco de separarlo todo, de independizarlo todo, de divorciarlo todo, ese libro sería éste, y los siguientes, de Jhonnatan Curiel.

Se torna tántrico, se vuelve onírico cuando aconseja, perlado de ese fino humorismo: “Despójate de acumulaciones”. ¡Ah!, si las decisiones íntimas del cerebro escucharan, tácticamente lo aventuro, médicos: no habría cáncer.

Voy a hacerle al profeta respecto a Jhonnatan. No es de los que vayan a imprecar duramente al lector. Si lo sacude es por su bien, por ejemplo cuando se acerca a retarlo: “Estoy en la lectura contigo, atrás de ti está la muerte pero tú lees, y la muerte te mira leer, la muerte te siente respirar, tú eres la muerte”…

Pero eso no obsta para que lo cuide, y hasta en cierto modo le “haga el trabajo” al lector: “…algoritmos genéticos nos dan esta cara y estos ojos y este cerebro con el que ahora pretendes creer que sólo estás frente a palabras, que sólo estás frente a un encadenamiento de caracteres, que sólo estás frente a un autor que para ubicarlo dice que escribe poesía y se llama Jhonnatan Curiel…” 

Si el absurdo amenaza a lo ideal, si el cuerpo se equipara a la inteligencia en la función de adaptación a lo real, antes que nos alcance el destino, la bendición de existir nos regala sus razones. Cito: “Permitirse sentir lo que llega hasta la vida como una ráfaga de brisa…”  ¿No es ésta la bella fórmula de Piaget para definir la inteligencia, como victoria de la operación sobre la intuición? De manera que amigos todos, antes de explicar si el conocimiento surge por combinación de reflejos, si es necesario conocer primero el todo, previo a buscar cómo se han combinado las partes, vibremos con él, que es lo que muchos no hacen. Ante eso, lo que hace Jhonnatan es rescatarlo a priori, previo a que perezca o mute y se transforme en otra cosa y deje de ser, exactamente, amor: “Somos un eco que nunca se apagó pero olvidaron cómo escuchar”. Porque aun sin ser soberbia, error, pecado, conocimiento propiamente dicho, antes de sepultarlo en “estructuras de pensamiento”, el impulso vital es de buena fe, es amor: no es a la mala que nos arriesgamos a venir a este mundo, es por algo que no está dañado, en principio, y sobre esto hace falta insistir. (Creo que Kant hizo bastante). “Riesgo es el decir. Hablar es un acto de fe –inculca Jhonnatan- dar pasos al abismo que al aceptarlo se vuelve superficie”. Hay “risa de beber” en su poesía. Hay canciones corporales que resuenan en las células. “Hablar es hacer magia”, revela Jhonnatan- hablar es seducir al silencio”. Cuando aún tiene aroma, el aroma de lo humano toma la forma de la belleza misma en pulsación: no nos engañemos. Lo que son, es flores. ¡Son puras flores! No importa qué tan breves, qué tan hondas, qué tan sutiles o tan venenosas; son, simplemente, un nuevo tipo de flores que Jhonnatan encuentra y nos  ofrece: flores cerebrales.


A partir de aquí se entiende su poética como un llamado a percibir el don, a convertirse en ofrenda. Está consciente de lo amargo que es nuestro destino, que andar por nuestra vida es como andar en la cuerda floja, de ahí el epígrafe de Edmond Jabés: “Se escribe siempre al filo de la Nada”. Y como si callara por sabido el referente bíblico de la sangre, en la majestad del Pange Lingua el poema repetido por los clérigos en el medioevo con la intención de pedirle a la sangre: “Canta lengua mía el misterio de mi sangre preciosa…”, se va directamente a declarar “por esta sangre camino”. Confortado en el oceano rojo de donde surgen todas las emanaciones, y Gorostiza izó su: “¡Oh, inteligencia, soledad en llamas”, la sangre, en sus pasillos que ha dado material para cantos como el de Julio Trujillo al titular:Una sangre (a un poemario suyo de 1998). Sangre, bravura del rojo que todo lo puede, aun arrastrar el luto en donde “quedan las muertes bebidas por los ojos” (escribe Jhonnatan).

Lo demás es ir andando con ella, de la mano del poeta que ahonda en su color, “ese color que siento en mí cuando percibo soledad”, para entenderla, amarla, consumirse con ella hasta saberse una de esas “gotas cerebrales que desaparecen en la última idea”. Se vale prescindir por el momento de preguntas como por ejemplo, si la conciencia es dueña de sí misma. “La cabeza es un epílogo en la obra del mundo”, pone Jhonnatan en el momento adecuado. Pero este epílogo, este plus, este algo más que desconcierta y estremece, no se usa, eso es lo peor, no se usa sino en una mínima parte. Una manera de usarla es ponerlo así, del dictado riguroso de Jhonnatan: “Quisiera reconstruir este mundo mas no puedo únicamente con mis manos. Necesito tus manos”.

Ojo psicología de la forma, ojo fenomenología. No es que la poesía actual decida hacerlas a un lado o arrebatarles el cetro de una reflexión que de pleno derecho les corresponde. Nadie se espante. Sencillamente se trata de expresar el pasmo, dar testimonio del mismo, no sin un hilo conductor, no sin un sentido, y este sentido es el del amor. Nos guía su reflexión, no abjuramos de ella. Pero creemos que amando, daremos un paso más, el paso que hace falta dar independientemente de las reflexiones. Se ama. La gente ama en las calles. “Amar con las uñas espirituales, amar con el vértigo lleno de espermatozoides y delirios, amar y saber que estoy en el orgasmo que llamamos vida, y también estoy en su malilla, aprendiendo a escuchar tranquilo el flujo de mis células: Estoy sonriendo hacia adentro, me estoy abriendo como papalote, me voy”. El amor vale como construcción de un orden trascendente, aunque por el momento, nos sea desconocido. Existen por lo menos dos maneras de integrarlo culturalmente: el regocijo de vivirlo en sus términos, desde el acto poético, o el regocijo de vivirlo en función de un acto fe, (que no están separados los dos actos) a la manera en que decía san Pablo: “Mañana conoceré, como soy conocido”. Habrá quien diga después de leer la poesía que has escrito y la que vendrá: Qué alegría haberte leído. Yo digo eso mismo pero con algo más: Qué alegría haberte conocido. 

martes, 21 de agosto de 2012

SALVAS (PROYECTOS MICROPOLÍTICOS EN LA NUEVA POESÍA MEXICANA)

Comparto este ensayo escrito por el poeta y ensayista Manuel de J. Jiménez (D.F., 1986) sobre los proyectos micropolíticos de tres poetas jóvenes en México. Los poetas son Guillermo “Rojo” Cordova (D.F., 1986),  Yaxkin Melchy (D.F., 1985) y yo. Siempre se agradece que alguien se tome el tiempo de comentar tu trabajo y aportar ideas críticas sobre él. El blog donde podrán encontrarlo se llama Diacrónico y también lo copio de manera integral para ayudar en su difusión. Se agradecen críticas y comentarios. Acá el ensayo:




La función política de la poesía o, por lo menos, los alcances que ésta tiene para intervenir en los asuntos públicos, se remonta hasta el “trauma filosófico” sobre la expulsión de los poetas en la República platónica. El primer motivo para marginalizarlos de los asuntos de la polis fue la obscuridad en el discurso: la retórica confusa, tergiversadora de la virtud, manipuladora de la verdad prístina. A partir de allí, durante todo el transcurso del medievo y la modernidad, la acción poética ha tenido que colarse oblicuamente en la toma de decisiones fundamentales: la tarea de los poetas se circunscribe, para una mayoría letrada, al terreno de la estética y/o la ficción; no al de las políticas de Estado. Por supuesto que las excepciones a esta idea han prosperado, basta recordar las elegías y las reformas en la Atenas de Solón; la Constitución para el Estado Libre de Fiume, redactada en 1920 por Gabriele D´Annunzio; o el primer presidente de Senegal, el poeta Léopold Sédar Senghor, y su canto en favor de la negritud. Sin embargo, el poeta prefiere, casi en todos los casos, no ser una figura protagónica de las estructuras molares, sin renunciar al ejercicio de mecanismos políticos tales como la objeción de conciencia o la desobediencia civil. El poeta, por su genio y creatividad, traza su plan de subjetividad con base a sus propios aparatos de guerra e intensidades.
            A lo largo de la Historia, estos aparatos de guerra han variado considerablemente en tiempo/lugar, en tradición/ruptura, en estética/ética, etc. Los poetas genuinos, inclusive los que han guardado celosamente su ideario político en los sótanos de su escritura, desarrollan proyecciones críticas sobre la conciencia del lector: cuestionan convencionalismos, combaten agenciamientos. De este modo, la función política, que invariablemente ejecuta un escritor, es aquella en donde los discursos literarios y extraliterarios adquieren una valoración específica por parte del lector, incidiendo en su particular apreciación sobre los fenómenos sociales, mas no necesariamente en su praxis política. No hay que confundir la función política de un poema, que siempre existe, con la literatura comprometida. Esta última se encuentra ligada y, en el peor de los casos, subordinada a una ideología de Estado. La actividad poética, por ende, posee una dimensión micropolítica pues elude de forma singular agenciamientos económicos, arborescencias jerárquicas y subjetivaciones dominantes. Un poeta es siempre una línea en evasión que se desterritorializa y reterritorializa en su propio trabajo, por ese sólo desplazamiento micropolítico, es ya una imagen que ejerce poder en sí: un aparato de guerra literario que se opone al aparato de captura institucional.
            La poesía reciente en México esboza modalidades micropolíticas, enlazando estrategias de salvaguarda que son concordantes con la atmósfera actual del país, enrarecida por múltiples factores: desde la cosificación mercantil hasta la violencia, desde la psicología capitalista del deseo hasta el Estado de excepción de facto. Más allá de los reflectores mediáticos para la Caravana por la Paz que emprendió Javier Sicilia el año pasado o la querella que se sucintó entre poetas consagrados por las cifras mortuorias durante el sexenio calderonista, son los nuevos poetas quienes han puesto en práctica maniobras ex profeso para la realidad nacional, participando del uso de herramientas disímiles y, paradójicamente, concurrentes al medio poético. Hay revitalización, hibridación y radicalización no sólo en la expresión poética sino en los soportes donde esa poesía es depositada. Hondar en las acciones colectivas de los poetas ocasionaría la pérdida de ciertos rasgos individuales y robustece los juicios genéricos, por lo que basta con centrar la mirada en el trabajo de tres de ellos: Guillermo “Rojo” Cordova (D.F., 1986), Jhonnatan Curiel (Tijuana, 1986) y Yaxkin Melchy (D.F., 1985). Cada uno, representa modalidades poéticas que si bien conviven en una malla comunicante, se distinguen en la forma política-poética.
            Desde los mitotes y tianguis de la Ciudad de México, Guillermo “Rojo” Cordova (D.F., 1986) reactiva los aspectos orales en la poesía para dar paso a un material verbal más tangible, que intenta despegarse de los caracteres escritos y de los aparatos textuales, tales como el libro y el recital. De este modo, el poema retorna, como potestad soberana, a los dominios de la comunidad; en lo que casi es un sueño rousseauniano. No solamente se busca la vuelta a los albores de la poesía, donde el verbo “leer” gozaba de un amplio sentido: se leía cuando se escuchaba al juglar participando dentro de los embrollos a través de la combinación grata entre discurso e improvisación. Las variaciones fonéticas o semánticas redondeaban un poema más palpable para el oyente/lector, donde la verticalidad jugaba un aspecto ineludible. Sin embargo, de acuerdo con el propio “Rojo” Cordova, su expresión es la de un “juglar posmo, palabrero, eslamero, espoken wordero”, cuyo punto de definición es fortuito, mas no sus herramientas: las letras y sus posibilidades escénico-sonoras. La importancia del poema ya no pertenece a los confines de la página, donde la dimensión plana determina, por medio del espaciamiento textual y gráfico, los alcances de la composición. El “juglar posmo” sólo cuenta con su voz, es decir, el aparato fonador en sus múltiples modulaciones, tonos y volúmenes. La relación del trabajo poético de “Rojo” se verifica exclusivamente entre el público y él: bajo los lazos emotivos.

Rojo Cordova como Malverde

            El slam poetry tiene sus antecedentes en Chicago, a mediados de los años ochentas, con Marc Smith, conocido comopapi slam, quien se inspira en la batalla pugilística y en la idea de un “torneo de voces” para crear esta categoría. Las reglas del Rojo eslam, que es una réplica del tradicional, son sencillas: cada participante cuenta con 3 minutos máximo para ejecutar un poema de creación propia ante una audiencia y un jurado elegido al azar entre la misma. El texto puede ser leído, dicho de memoria o improvisado por el participante, quien no puede hacer uso de instrumentos musicales, disfraces o cualquier objeto ajeno a su cuerpo. La voz y la interacción con el público son las únicas vías de satisfacción para el poeta, quien únicamente trasciende a través del veredicto del jurado popular. Cabe hacer hincapié, en el afán democratizador de esta estructura, donde la audiencia establece un voto de calidad bajo su modalidad de muchedumbre, que aunque tiene sus canales de representación (jurados), compromete de manera fáctica la continuidad de los participantes, decretando los atributos de ganadores versus perdedores. Si bien es cierto que el slam poetry desterritorializa las arborescencias de la poesíamainstream en muchos aspectos, también es cierto que reproduce en su interior dispositivos molares como la idea de jurado, ganador y competencia.
            Guillermo “Rojo” Cordova participa de esta dinámica y realiza un trabajo constante desde la expresión Slam. El objetivo es sacar los poemas de las bibliotecas, de los institutos de investigaciones estéticas, de las camarillas truculentas que sólo se leen entre sí. La poesía, en un afán garantista, es un bien público que pertenece a cualquier persona sin importar su condición cultural. En este punto habría que preguntarse sobre las consecuencias que exige democratizar el hecho poético y sobre el rumbo que tomará el slam poetry después de ganarse un público especializado, medios de legitimación, patrones de valoración y un nicho en el medio institucional. Empero, el trabajo de “Rojo” no solamente contiene prácticas micropolíticas con relación al reacomodo de la audiencia en la simbiosis artística, sino también existe un fuerte flujo de subjetivación en el contenido de sus poemas. Haciendo uso de neologismos, paronomasias, calambures, epítetos, “Rojo” forma una jerga poética que luce cabalmente con las interpretaciones que sólo él puede hacer de sus poemas, porque éstos pasan a ser un acto personalísimo del autor, al margen de cualquier lectura parcial hecha por un tercero. En el 2010, “Rojo” Córdova realiza el performance en Casa del Lago, durante el ciclo Poesía en Voz Alta, donde con el pretexto de encarnar a Jesús Malverde, ángel de los pobres, crea una atmósfera para el cruce de plegarias y leyendas en torno al santo patrono. La apología al narcotráfico no es incauta; se revierte debido a las voces de los desposeídos que buscan una forma auto-tutelar y personal de justicia. Porque, como dice en su poemaDosMilMex“la verdadera revolución en tiempos de guerra/ Es la revolución interna: /Sí, las acciones pequeñas /Pero bien concretas”: micropolíticas.
            Por su parte, Jhonnatan Curiel (Tijuana, 1986) entabla los trazos de una urbe violentada por ciclos coercibles. La poesía cumple, para él, una dinámica de resistencia ante los dominios fácticos que se dispersan en torno al sujeto, expuesto a varios mecanismos de agenciamiento, a medidas segmentadas, panópticas, biopolíticas. Curiel, encontrándose sumergido en estos códigos adversos, reelabora el discurso de la vieja poesía coloquialista a través de líneas de fuga que van desde el performance hasta la intervención de espacios públicos. No se trata solamente de usar la poesía como un arma contra los males sociales desde una trinchera, hay que desplegar su contenido para tocar el espacio del otro: el contagio en las mentalidades. Tijuana, en su carácter de metrópoli fronteriza, es un portal complexo donde los módulos de control se maximizan regulando a los ciudadanos que participan de las secuencias entrada/salida en un territorio, verificando además de las cuestiones jurisdiccionales, el embalaje que implica vivir en una línea limítrofe: identidad, cultura y subjetividad singularizada. Jhonnatan aprovecha esa condición para generar textos en perpetua disidencia poética y política. La acción se da fraternalmente y en bloque. Curiel pertenece al Colectivo Intransigente, que tiene como fin “intervenir la realidad y modificar la psique colectiva” a través de los andamiajes de la expresión poética.

            Curiel ejecutando "el son de la sangre"
  
La poesía elaborada por Jhonnatan busca la multiplicación, el vitalismo. No en balde, la mayoría de las veces, sus poemas están acompañados de una acción adjunta. Aquí, como en el caso de “Rojo”, el poema no puede sobrevivir sólo con el texto impreso, ya que necesita conductos de escape para comprobar la recepción con el interlocutor. La función emotiva y, en mayor medida, la función metalingüística se ensancha con la multiplicidad de soportes. El fin del fenómeno poético es inquietar las mentalidades, ya no basándose en un plan programático como ocurriría con la poesía comprometida de corte ideológico, sino perturbando las zonas de confort del individuo; se busca la confrontación del sujeto consigo mismo y los aspectos que ha producido en su realidad. Por eso, en el poema que empieza con las palabras La cabeza es un epílogo…, ésta, ya cercenada, se transfigura en arenas para después ser semillas. En la última costa, ese grano libre del cuerpo sobrecodificado abre de nuevo los ojos: mira de revés las cosas.
            Jhonnatan Curiel, desde su libro Crónica de unos zapatos, retrata el desasosiego que produce la enajenación burocratizada, reglamentada por los intervalos de objeto-obligación. El personaje, invariablemente adscrito a la noción de deber, se extingue en el acontecer de un horario. Pasa de la casa a la oficina sin modificar su percepción del mundo. En Kayrós, la voz experimenta la revelación de encontrarse en “el momento justo”, el personaje discurre por las sensaciones, las intensidades y los devenires fisiológicos. El sujeto, superando la cosificación primaria, encuentra la epifanía; tiene que sustraerse de las coordenadas que lo situan bajo los territorios de persona, trabajador, hombre, ciudadano, etc. La voz lírica “deja venir” todos los elementos abigarrados que componen el universos de sensaciones. El libro es una exploración multidireccional de las catacumbas sensoriales, de las eventualidades cognitivas. En Flores cerebrales, la voz lírica afronta la situación crítica sin titubeos, asimilando una ética en torno a los acontecimientos de violencia extrema. Si en Crónicas de unos zapatos, el personaje es pasivo y permanece en el centro de la agresión, en este libro, alza la voz para tomar partido en los acontecimientos. No duda en ser inquisitivo respecto a los agenciamientos que desvirtúan su vida. En resumen, la piel de este sujeto es rizomática: “Cada poro se abrirá a la telúrica vibración de su orgasmo/ hasta desvanecerse en un instante/ y resurgir al siguiente”.
            La actividad performática, como ya se mencionó anteriormente, es una extensión vital en la poesía de Jhonnatan Curiel. En enero de 2012, realiza el performance “Guárdame una caricia”, donde el poeta aparece encapuchado como brujo o santero para realizar un rito de transición. Curiel, en este acto, acompañado de veladoras y al ritmo del “son de la sangre”, consagra lo sanguinolento bajo renovados signos. La misma deconstrucción aparece en “Tripas realidad y medios”, donde searrastra una "cola de información" con periódicos, libros, imágenes pornográficas, etc. En la punta de este lazo mediático, el poeta amarra tripas. Al final, después de caminar por la calle, la serpiente informativa arde como basura. Otra línea de fuga en Curiel es el llamado “ojopoema”, que es un experimento poético que hace hablar a la ciudad a través de anuncios publicitarios, propaganda, letreros comerciales y grafiti, en palabras de Jhonnatan: es “una replica creativa a la saturación visual en nuestra época”. El poeta, en total devenir caminante, registra en automático toda la información que ve en una trayectoria previamente trazada dentro de un cuadrante de Google maps. El viaje se da exclusivamente en la virtualidad.
            Quien también reagrupa los elementos de la virtualidad a su favor es Yaxkin Melchy (D.F., 1985), realizando una poética que se nutre de los enlaces cibernéticos. En su último libro, Los planeta(Nuevo Mundo III), ante la pregunta ¿qué posibilidades ofrece el ciberespacio a poesía?, él contesta que a futuro el ciberespacio será una parte fundamental de nuestros cerebros biológicos, un inexplorado territorio-satélite, que vislumbra en muchos aspectos el porvenir del horizonte poético. La tarea del hombre no se limita sólo a figurar en ese campo fértil, creándose una identidad virtual, sino a experimentar una vida distinta: fabricar otros lenguajes. Esto es posible con las directrices que ya comienzan a esbozar un modus vivendi en las redes sociales, los blogs, el skype, etc. Melchy opone el viejo código de la humanidad, el código de la acumulación, donde el deseo mercantilista lleva al hombre a la “guerra genocida y al suicidio cotidiano”, por un “lenguaje mágico del día a día”, que sea capaz de devolver los rostros perdidos por los reiterados agenciamientos. El poeta formula un ejercicio de rostricidad que sea singular e inalienable, una micropolítica de la intimidad: rasgos indelebles dentro de una multiplicidad de “facciones”, tanto en la cara como en la guerra. Quizás por esta estratagema poético-política fue él quien orquestó un flanco fraterno, editorial y beligerante en el portal de la Red de los Poetas Salvajes (2008-2010).
            Yaxkin, más allá de los contornos en su literatura, genera un universo que no sólo es paralelo al de la experiencia diaria, como puede ser el caso de las grandes poéticas del siglo XX, sino que hace competir abiertamente los beneficios de trasladarse de una realidad a otra. En un entrenamiento cosmológico, el individuo pasa de universo en universo sin trasgredir las claves de la Teoría de las Cuerdas. El acierto político está en construir espacios habitables, permeables y compatibles, para después escaparse en un perdurable nomadismo. Ante el temor de trazar una línea de subjetivación excesiva que lo lleve a la muerte o a la locura, el poeta despega en el momento crucial y no perece por sus deleites imaginarios. A diferencia de otros autores, hay un esfuerzo lingüístico para no señalar más los objetos de este mundo; representar especulaciones. Yaxkin Melchy trabaja la mayoría de las veces con símbolos, de allí la difícil determinación de referentes en su obra: el Rey Murciélago, la Computadora Central, Emilio, entre otros, en El Sol Verde (Nuevo Mundo II), son hologramas que, en el momento de ser interpretados, se desvanecen bajo cualquier personalidad literaria. Desde su primer libro El Nuevo Mundo, el poeta sepulta los cuerpos gangrenados del planeta Tierra a través de un maremoto que explota con letras. La renuncia se verifica con el yermo que ocasiona su inicial registro, que es igual a cero. A partir de allí, diseña la construcción de un Nuevo Mundo que no intenta sólo ser literatura, sino todo lo demás: ética, teoría o tratado. La poeticidad de los códigos binarios y la intertextualidad con la computadora son las primeras herramientas para lograr esa empresa que es una ciencia futura.
            La poesía novelada de Yaxkin Melchy, del mismo modo que los otros dos autores en cuestión, es imposible de contener bajo la extensión del libro tradicional; más aún si el proyecto es de suma revelación como el Nuevo Mundo, que se vale de registros metamórficos como el cósmico, mesiánico, robótico, alienígena, etc. Por esta razón, se abren los conductos poéticos en ambas direcciones. Hay un movimiento de carácter endotérmico, donde Melchy mantiene en temperatura acondicionada el texto en sus libros: el corazón de su escritura. Desde su aparición en la escena mexicana, no dudó en incorporar al Nuevo Mundo aparatos de otras materias y sus respectivos indicadores: tablas, circuitos, gráficas, fórmulas químicas, cuestionarios y planos. De este modo, la poesía escrita, que es sólo una parte de su trabajo, se desterritorializa para anclarse en los linderos de otras disciplinas sin perderse en un experimentalismo abyecto. Asimismo, está el movimiento exotérmico, que se da con su actividad escénica. Al contrario de “Rojo” Cordova, que utiliza el recurso de la prosodia, Yaxkin emplea la parafernalia para dar vida a la voz de sus personajes, haciendo uso de pinturas y pseudo-disfraces que sólo dejan entrever atributos de quien habla. En 2009, durante PVA de Casa del Lago, Yaxkin Melchy a partir de Emilio, la danza y la escritura, interviene con un código binario. El niño-robot desaparece los pixeles de la bandera mexicana, quedando el hueco a la vista del auditorio. El poeta disemina un virus contra las naciones. “Puentes comerciales, nuestras manos son más fuertes Nuestra letra M más alta, nuestra P un poder más allá de los Países y las Patrias”.
Yaxkin Melchy y el código binario


Estas tres propuestas micropolíticas forman sólo una parte del espectro de expresiones poéticas, audaces y, en muchos casos, concatenadas, que se forjan dentro del ámbito nacional. La poesía, contrario a lo que muchos piensan, no se aleja paulatinamente de la política ni los poetas dejaron de asumir una acción frontal. Todo lo contrario: con cada día, con cada palabra, se actualizan las manivelas entre la realidad y la metáfora.

En el ex país de México,
mayo, 2012.
Manuel de J. Jiménez

COLECTIVO INTRANSIGENTE: THE VOICE OF POETIC POLITICS IN TIJUANA

Acá comparto una entrevista que nos hicieron sobre el trabajo poético del Colectivo Intransigente en Tijuana. La entrevista fue hecha por Misael Díaz, periodista, gestor cultural y miembro del proyecto Cognate Collective en San Diego para el sitio KCET, Southern California Cultural Journalism. 

Actualmente dicha entrevista se encuentra en un concurso donde si recibe el mayor número de votos se producirá un corto documental acerca del colectivo y sus intransigencias en la ciudad. Así que pido su apoyo  para que lean la entrevista y si les gusta, le piquen Like o la compartan vía Twitter. Vota aquí.

Comparto un fragmento de la entrevista:



"Speech is the mirror of action." These words by Athenian poet, statesmen, and grandfather of democracy Solon welcomed voters to one of the polling places in Tijuana during the 2010 municipal elections. They were painted on a banner held by members ofColectivo Intransigente (C.I.), a poetry/performance troupe co-founded by Jhonnatan Curiel and Mavi Robles-Castillo that year to "intervene in reality and modify the collective psyche through poetic creation." The intervention could be seen as a reminder of the significance of voting: a way for citizens to use their electoral voice to bring about change in a democratic society. However, the intervention titled "Political Erections. You put on your circus, I put on my play," also becomes a reminder of the farce behind the electoral process in Mexico, a process plagued by inconsistencies and fraud. Like many of Colectivo Intransigentes' diverse urban interventions, this action is not just a reminder, but a call to action, a demonstration of their fervent belief that speech--as writing, as poetry, and/or as debate--can catalyze change.


In the work of C.I., the connection between speech and action, between poetics and change, serves as the basis of both their aesthetic and political philosophy--a philosophy that Jhonnatan Curiel calls "poetic politics." The collective takes its name from the Spanish word intransigencia, which Curiel explains as signifying both a refusal to compromise and the capacity to transgress, to go beyond: "we are adamant about inserting poetry into a variety of places, even when people tell us we can't, we do...it has to do with not respecting the established rules and established institutions, to create new paths for poetic expression...to go beyond the formal [aspect] of poetry, and also to go beyond yourself, beyond the figure of the poet, beyond the poem itself."
For the Intransigentes, as their members are commonly known, poetry begins as a way of understanding the self, but ultimately transcends the individual and becomes a tool to understand and better recognize, respect, and acknowledge the other. In this way, poetry moves from the realm of the personal and intimate, to the social and political sphere.


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jueves, 16 de agosto de 2012

LA POESÍA COMO TESTIMONIO



LA POESÍA COMO TESTIMONIO.
Poetas jóvenes leen a Jerome Rothenberg

 “La poesía como testimonio” fue un evento alucinante realizado el 4 de junio de 2012 por un grupo de poetas jóvenes en Tijuana, quienes se reunieron con el poeta estadounidense Jerome Rothenberg (Nueva York,) con motivo de la XXX Feria del Libro de la ciudad.

Cada persona creó la atmósfera para dialogar con la obra poética de Jerome a través de preguntas, comentarios acerca de su obra, lectura de poemas, performance e intervenciones escénicas.

Algunos motivos que originaron el evento fue hablar sobre la obra poética de Rothenberg, sus proyectos editoriales, antologías, el movimiento de la etnopoética, y principalmente, tender un puente con creadores jóvenes interesados en conocer más acerca de su trabajo. Pero como sucede en la práctica, por momentos el evento tomó rumbos inesperados, y esto fue lo que la sacó de órbita y evitó que fuera una presentación estándar. No era para menos en una presentación poética, ocho personas arriba con dos micrófonos, participantes nerviosos, la temperatura de las lonas a nivel de sudor y el factor del tiempo limitado para que participaran todos. La tensión entre lo institucional y lo artístico, dos maneras de concebir la temporalidad, una por el delirio del programa, otra por la esencia del acto. Aunque nos dieron menos tiempo del que esperábamos, cada persona pudo dialogar con Jerome a través de diferentes tipos de expresión. Originalmente, el nombre del evento en el programa fue “La poesía como testimonio. Poetas jóvenes leen a Jerome Rothenberg”, y en efecto, el modo en que cada quien expresó su lectura pasó de lo conceptual a lo sonoro, en una especie de desprendimiento del formalismo y alteración de la realidad, sensación de extrañeza por cada cosa que ocurría, límite de los lugares comunes, la palabra tomó diferentes formas, colores, sonidos, actos. La poesía demarcaba sus ambientes.  
En este evento participaron jóvenes mujeres y hombres nacidos después de 1985 y la participante más joven nació en la década de los noventas. Cada persona se dedica a una o varias disciplinas artísticas y forman parte de una generación de creadores autogestivos y con una mentalidad de incidir en la realidad a través del arte.
Andrea Carrillo fue la participante más joven, nacida en Tijuana en 1992, ella es una artista multidisciplinaria que escribe, actúa, toca el violín y asiste al primer año de secundaria. A su corta edad ha ganado premios de poesía estatales y participa en obras de teatro en la ciudad.
Otra de los participantes fue Luis Alberto Alvarado, nacido en Mexicali en 1992. Él es uno de los jóvenes poetas en la capital bajacaliforniana que está en proceso de convertirse en otra de las voces poéticas de importancia en la región. Desde hace años tiene un proyecto llamado “Del pensamiento filosófico a la acción emancipadora” donde escribe fragmentos poético-filosóficos de un modo original y lleno de conocimiento.
Gidi Loza, es una escritora nacida en Torreón en 1985 y radicada en Tijuana desde hace varios años. Ha sido becaria del Programa de Estímulo para la Creación y el Desarrollo Artístico (generación 2008-2009). Escribe novelas, libros de poesía, ensayos y también se dedica al diseño gráfico. En el 2010 participó en un proyecto de novela colectiva coordinado por el escritor Elmer Mendoza.
Bernardo Nuñez y Daniel Gutiérrez, ambos nacidos en Tijuana pero que han crecido en México y Estados Unidos, son jóvenes estudiantes de la carrera en literatura por la University of California in San Diego (UCSD). Ellos han participado en lecturas poéticas en ambos lados de la frontera y también durante presentaciones musicales de rock. Sus poemas poseen un estilo creativo dirigido a la prosa poética y al verso libre, y los temas que tocan tienen un profundo grado de agudeza sensible. Es notorio distinguir en ellos la genuinidad de una búsqueda que va más allá del oficio poético.
Por último Daimary Moreno, es una dramaturga, actriz y poeta nacida en Tecate en 1986. Licenciada en Lengua y Literatura Hispanoamericana por la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), ha sido becaria del Programa de Estímulo a la Creación y al Desarrollo Artístico (generación 2010-2011). En 2011 obtuvo el premio de dramaturgia Wilberto Cantón que otorga el gobierno de Yucatán por su obra titulada “Are you bringing something from Mexico”.
 El evento también contó con la participación de Vidal Castillo, estudiante de Literatura en UCSD, quien ayudó como intérprete durante el evento,  también estuve presente yo como moderador, quien dije una breve introducción enfatizando la relevancia del evento.
Hubo una amplia asistencia y el público se mostró animado expectante y deleitado con las participaciones de los poetas y los comentarios de Jerome.

Breve crónica del evento

La primera intervención estuvo a cargo de Andrea Carrillo, quien realizó una detallada revisión de bibliografía y enlaces web acerca de la obra de Jerome, destacando su interés en un par de preguntas. La primera de ellas referida a conocer más acerca del movimiento de la etnopoesía y por qué se le conocía a Jerome como fundador. La otra pregunta fue saber sobre el sentido de los actos rituales durante sus lecturas de poemas.



Posteriormente siguió el turno de Luis Alberto Alvarado, quien realizó una pregunta y comentario sobre la obra de Jerome, y también preparó un texto poético al que dio lectura. En dicho texto, era perceptible distinguir un reflejo de esa conciencia primigenia plasmada en gran parte de los proyectos editoriales y de poesía realizados por Jerome. Ideas recurrentes y nociones de totalidad con el todo. Gracias al autor, a continuación comparto el texto leído durante la presentación:

La expresión en todas sus formas, mística, artística y poética.

Que es la palabra para nosotros los mortales, y quien es tan atrevido para tomarla volverla suya y del mundo, registrarla como movimiento a la perfección y a la percepción.

Demostrarle a él y al mundo que su magia puede cambiar el rumbo, descodificar el sonido ancestral de nuestras raíces, de nuestro pasado futuro y de nuestro futuro pasado.

Que después de decir poesía, mía, tuya, de ellos nos vuelve y los vuelve inmortales.

La poesía como testimonio hacia el mundo, brota de estos testimonios seres más allá del tener humano, brotan seres de ser humano, brotan sueños sencillos, ricos en cultura y poesía.

Una vez un amigo mio me dijo quien soy yo en proporción con el universo.
Y hoy reflexiono quien soy yo, en proporción a la poesía. El mundo necesita un plan en acción, movilización y sentimiento, sentimiento y poesía, poesía, ustedes y yo.


La tercera intervención fue por parte de Gidi Loza, quien refirió una pregunta a Jerome sobre el poder místico de la palabra. Aunque la memoria fallé haré un intento en recordar lo expresado por él al respecto. Jerome hablo algo sobre la profundidad y el poder sagrado de algunas palabras, dijo también que este poder es inaccesible y algunas veces es posible llegar a él a través de la práctica ritual. Posterior a su respuesta Gidi dio lectura al poema “Magic Words”, extraído el libro Technicians of the Sacred, editado por Jerome Rothenberf y traducido por ella. A continuación el poema y algunos enlaces de la presentación.

MAGIC WORDS*

In the very earliest time,
when both people and animals lived on earth,
a person could become an animal if he wanted to
and an animal could become a human being.
Sometimes they were people
and sometimes animals
and there was no difference.
All spoke the same language.
That was the time when words were like magic.
The human mind had mysterious powers.
A word spoken by chance
might have strange consequences.
It would suddenly come alive
and what people wanted to happen could happen—
all you had to do was say it.
Nobody can explain this:
That's the way it was.


AL PRINCIPIO

al mero inicio del tiempo
cuando los humanos y los animales vivían en la tierra,
una persona podía convertirse en un animal si quería
y un animal podía convertirse en un ser humano.
a veces eran personas
a veces animales
y no había gran diferencia.
todos hablaban la misma lengua.
ése era el tiempo en que las palabras eran mágicas.
la mente humana tenía extraños poderes.
una palabra dicha al azar
podía tener extrañas consecuencias.
repentinamente las palabras cobraban vida
y lo que la gente quería que ocurriese ocurría.
todo lo que tenias que hacer para conseguirlo era decirlo.
nadie puede explicar eso.
pero así es como era.

Nalungiaq

 *"Magic Words," from Technicians of the Sacred, edited by Jerome Rothenberg; quoted in The Rag and Bone Shop of the Heart: A Poetry Anthology, edited by Robert Bly, James Hillman, and Michael Meade (1992).



Bernardo Núñez y Daniel Gutiérrez leyeron un poema a dos voces de su autoría. Durante su lectura fueron alternándose para leer mientras iban mezclando inglés y español.  El poema con el que participaron era bastante bueno y tenía versos recurrentes que mantuvieron la atmósfera suspendida en todo el espacio. Aunque sea un punto de vista inicial, el tema del poema habla sobre la situación de la violencia, los miedos, la muerte y la libertad en un territorio divido por el idioma y la geografía política; hago la anotación que es un punto de vista inicial pues este poema posee la particularidad de contener muchísimos más temas inmersos dentro de él. “Te mato yo”, “te mato yo”, “te mato yo”, “te mato yo”, eran versos que se repetían y se decían entre Bernardo y Daniel. Había un ritmo atractivo que capturaba la atención de todos a pesar de lo fuerte de la temática. Aunque no terminaron de recitar su poema en el micrófono por la cuestión del tiempo, al fin de la presentación todos nos dirigimos a otro espacio y ahí lo finalizaron en presencia de Jerome. Esto último fue una de las acciones que mostró la diferencia entre la lectura poética basada en el programa y el acto poético como un evento súbito y libre. La efectividad sensible del poema no se vio limitada por el cambio de locación, muy al contrario, creó la misma atmósfera de intensidad y energía.


Para cerrar el evento Daimary Moreno preparó una presentación con instrumentos como un acordeón, percusiones y cajas de sonidos, que le ayudaran a crear ambientaciones para fusionar con versos de un poema de Jerome. Los sonidos se fueron uniendo en un loop continuo mientras que eran alimentados por más versos y ritmos creados por Daimary. Al igual que las otras presentaciones, ésta también tuvo la singularidad expresar su lectura de una manera diversa única. Buscando y principalmente entablar otra clase de diálogo más allá de los comentarios comunes y las observaciones superficiales. Casi al final de su presentación, se sintió un culmine sonoro donde la palabra y la música se volvieron una sola cosa. Fue la mejor manera de concluir el evento y dejar una estela de ecos en el espacio.



Aunque no es posible transcribir con exactitud todo lo ocurrido ese domingo 3 de junio de 2012, lo que sí es posible es tener la certeza de que por primera vez en Tijuana se realizó un evento que reunió a poetas jóvenes para abordar la obra de uno de los poetas estadounidenses vivos más importantes en la actualidad. Trabajo que se remonta a los años sesentas pero que se mantiene actual, por haber explorado una zona recóndita y misteriosa de la poesía, que independientemente de los años, siempre da testimonio de nuestra existencia, y nosotros damos testimonio de ella al escribir.


Correos electrónicos de poetas que participaron:

Andrea Carrillo <lagartija_poeta@hotmail.com>
Luis Alberto Alvarado <losnoalineados.q@gmail.com>
Gidi Loza <gidiloza@gmail.com>,
Bernardo Nuñez <benynunez@gmail.com>
Daimary Moreno <daimary.moreno@gmail.com>

EL CENTRO DE LA CIUDAD ES UNO


Poema de Bernardo Núñez Magdaleno y Daniel Gutierrez Magaña, leído a dos voces durante el evento La poesía como testimonio. Poetas jóvenes leen a Jerome Rothenberg, en el marco de la 30 Feria del Libro Tijuana, 2012.



The center of the city is one, it drags itself into a single rattle
The center of the city is one, it smokes itself into a single lung
The center of the city is one, it is breath as a decimating transaction
The center of the city is one, it sucks in and spits itself out a stain
The center of the city is one, it rises and falls in a single blow
The center of the city is one, it whispers upon the nape as cold
The center of the city is one, it is the sounds of loss that creeps constant
Constante
Constant
Constante
Constant
Constante
Constant
Constant
e
I saw you at the center of the city, constant
Te vi ante el centro de la ciudad, in a scene of subject and structure
Te vi ante el centro de la ciudad, in a reflection born from cristal and steam
I saw you at the center of the city, in a window ripped as passageway
I saw you at the center of the city, in a dress of smooth synthetic lights that gleamed on glass
Te vi ante el centro de la ciudad, in a show of greens and blues condensed in mirrored fractures
Te vi ante el centro de la ciudad, in a dissonant mask of the neon spectacle
Spectacle
Spectacle
Spectacle
Spectacle
Spectacle
Spectacle
Spectacle
The city is the droning of consent, spectacle
The city is the droning of consent, the fashion of the many
The city is the droning of consent, lo vuelve todo individual
The city is the droning of consent, the false menagerie de la proyección total
The city is the droning of consent, the televised veil of empty staring
The city is the droning of consent, el vacío entero of howling plastic
The city is the droning of consent, la voz que grita this is it, this is it
Así es
This is it
Así es
This is it
Así es
This is it
Así es
La ciudad es su propia enfermedad, es así
La ciudad es su propia enfermedad, it hides the hands that mold it
La ciudad es su propia enfermedad, it alienates the muscles of construction
La ciudad es su propia enfermedad, it burns the rhythm that beats into its cauldron
La ciudad es su propia enfermedad, it is a screen of fumes in stacks and furnaces
La ciudad es su propia enfermedad, it is the eyelid that shuts its skeleton
Esqueleto
Esqueleto
Esqueleto
Esqueleto
Esqueleto
Esqueleto
¿How many have died? Los labios les tiemblan despavoridos
¿How many have died? Son muchos los agujeros que no tienen salida
¿How many have died? El orden del silencio tiene máscara de ley.
¿Cuántos han muerto? La psicosis es lo único que permanence
¿Cuántos han muerto? En la ciudad de trabajadores sin nombre
¿Cuántos han muerto? En la industria que desmiente el levantamiento
¿Cuántos han muerto? En la maquila que ahoga su dignidad
¿Cuántos han muerto? En las afueras sin voto y sin voces
¿Cuántos han muerto? Boca abajo y con la vista fija hacia lo inalcanzable
¿Cuántos han muerto? En estas palabras que nunca les llegan
¿Cuántos han muerto? En el discurso que los evapora
¿Cuántos han muerto? En el canto fúnebre: muérete o te mato yo
Te mato yo
Te mato yo
Te mato yo
Te mato yo
Te mato yo
Te mato yo
Te mato yo
Te mato yo
Te mato yo
Te mato yo
Te mato yo
Te mato yo
Te mato yo
Te mato yo
Te mato yo
Te mato yo
Te mato yo
Te mato yo
Te mato yo
Te mato yo
Te mato yo
Te mato yo
Te mato yo
Te mato yo
Te mato yo
Te mato yo
Te mato yo
Te mato yo
Te mato yo
Te mato yo
Si quieres más te vendemos
Te mato yo
¿How do you trap all their screaming?
Te mato yo
¿De quién es el humo sagrado?
Te mato yo
¿Cuándo se acabó la magia?
Te mato yo
¿De donde viene el sonido?
Te mato yo
¿What is the hour of language?
Te mato yo
¿En donde escondemos al tiempo?
Te mato yo
¿What is it really all worth it?
Te mato yo
¿Where is the lost rhythm?
Te mato yo
¿Why do bones brittle so quickly?
Te mato yo
¿Por que permanecen sus rostros?
Te mato yo
¿A cuántos de ellos conoces?
Te mato yo
¿Cuantos?
Te mato yo
¿Cuantos?
Te mato yo
¿Cuantos?
Te mato yo 
¿Cuántos?
Te mato yo
Párate si tienes miedo
Te mato yo
Párate
Te mato yo
Párate
Te mato yo
Párate
Te mato yo
Párate
Te mato yo
Párate
Te mato yo
Párate


NOSOTROS


NOSOTROS


NOSOTROS


CANTAMOS


CANTAMOS


CANTAMOS


Umbral.


Umbral.


Umbral.


Con las bocas abiertas al filo del tren
y los dientes estrellados
vimos una niebla de aserrín y norte
que chillaba por los montes
entre espaldas de madera que acarreaban
a los ojos de otros mundos
y sus sueños de encontrarse nuevamente
en los pasos de un corrido.

Nuestras voces se volvieron un instante
como las huellas al piso
que buscaban el recuerdo de otras gotas
o los derrames ardientes
que escurrían muchos labios reventados
contra la ampolla líquida
del camino ese que cosecha el habla
y la lengua, y la risa.

Entonces pensamos a los llanos vivos
pero los vagones llenos
vertían su carga repleta de fierro
que fusilaba la sierra
disparándole los rieles que agrietaban
a los hombros amarrados
entre los pellejos de callos perdidos
y sus costales quemados
en un bullo de mazorca remolida
hecha coronas de huesos
restregadas como el hierro trabajado
en un conjunto sonoro
que sangraba todas las manos perdidas
pizcadas en el cántaro
del sol que siempre talacha a medio día
para contar su resuello.

Seguimos los hilos de nuestros ombligos
caminando así descalzos
en las olas transparentes del desierto
hacia el sendero ancestral
donde los puñados de ramas desnudas
que traíamos enteros
dejarían su trauma de siglos atrás
para volverse arena. 

Esa era la oferta de nuestra saliva
un beso desnudo hacia el sol
ese lecho de voz que nos envolvía
los brazos a nuestra huerta
y así poder prounciar toda cosecha
y enardecer aquel rencor.

Rencor
Rencor
Rencor
Rencor
Rencor
Rencor
Rencor
Rencor
Rencor
Rencor
Rencor
Rencor
Rencor
Rencor
Rencor
Rencor

Consuelo

Consuelo

Consuelo

Hacia el suelo

Con el suelo

En el suelo

Desde el suelo

Suelo

Suelo

Levántate.