miércoles, 6 de julio de 2016

La utopía y Ricardo Flores Magón

UTOPÍA

Los juicios sobre lo sucedido en Baja California en 1911 olvidan la dimensión utópica, acentuadamente utópica del anarquismo, doctrina con la que estuvo comprometido Flores Magón desde 1907. Pero la utopía no significa una pura quimera, algo esencialmente especulativo sin ninguna posibilidad de existencia real. La utopía como han explicado sus estudiosos, se fundamenta en una posibilidad real de la capacidad y la conducta humana. Su lejanía en el tiempo y en el espacio no significa que el esfuerzo humano no tenga capacidad para construir la utopía alguna vez y en algún lugar y por ello puede ser peligrosa como motor de acción. La utopía tiene posibilidades terrenas, es un "pensamiento terrenable". El verdadero utopista no se conforma con imaginar un mundo nuevo y perfecto según valores específicos y fundamentalmente distintos a los que están vigentes, sino que trata de construir ese mundo, por eso el utopista es necesariamente un revolucionario (Eduardo Blanquel, 1985, p. 40)

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