jueves, 7 de julio de 2016

Tijuana: Tierra de utopías. Intervenciones magonistas a 105 años de la toma de Tijuana en 1911


A propósito de las intervenciones magonistas en Tijuana, escribí y diseñé un fanzine a modo de documentar lo sucedido en esta ciudad en 1911. Las mejoras de este texto estuvo a cargo de Pepe Rojo y en la elaboración y encuadernación nos ayudó Karla Castro.

Acá el texto y las fotografías del documento.

Tijuana: Tierra de utopías

El mundo se halla sorprendido porque es la primera vez que la gran idea
de Tierra y Libertad ha sido llevada al campo de batalla.
Ricardo Flores Magón, 1911.

El 8 y 9 de mayo de 1911 en Tijuana sucedió un episodio histórico poco conocido en el presente. Un contingente de alrededor de 300 hombres armados tomaron por la fuerza esta ciudad fronteriza durante 44 días.

Contingente armado en Tijuana, mayo de 1911.

El grupo lo formaban estadounidenses, mexicanos, europeos y también indígenas de la región. Un gran número de ellos eran simpatizantes del Partido Liberal Mexicano (PLM), cuyo presidente de la Junta fue Ricardo Flores Magón, pensador de origen oaxaqueño, libertario y rebelde, y por lo mismo perseguido y encarcelado hasta su muerte en una prisión californiana.

La toma de Tijuana puede considerarse como uno de los acontecimientos más representativos de la Revolución Mexicana, ya que dejó sembrada una promesa que para muchos era imposible: otra manera de habitar la tierra en libertad, otro modo de organizarse para acabar con los dueños de todo y los capataces del poder. Quizá por esto para los rebeldes que tomaron esta ciudad durante más de un mes, Tijuana podía convertirse en la tierra de sus utopías.


Bandera de “Tierra y Libertad” en Tijuana, mayo de 1911.

En 1910 esta frontera contaba con no más de 750 habitantes, ubicados en asentamientos dispersos y rancherías. En 1911, al enterarse de la llegada de los rebeldes a la frontera, muchos de sus habitantes huyeron a Ensenada, San Diego y otros se quedaron atrapados en los combates.

A pesar de no contar con armamento y municiones suficientes, Tijuana fue defendida de manera valiente por 77 personas que creyeron luchar contra una invasión encubierta de los Estados Unidos. El grupo de defensores lo conformaban soldados del ejército mexicano, empleados de la administración federal, así como rancheros y voluntarios locales.


Barricada en la Aduana de Tijuana, mayo de 1911

El 8 de mayo comenzaron los combates en el territorio hoy conocido como la Zona Norte y Zona Centro de la ciudad. Sin embargo, la falta de municiones, la superioridad numérica y la cantidad de muertos en ambos bandos, obligaron a los defensores a rendirse el 9 de mayo de 1911.

Mexicali había caído tres meses antes a manos de simpatizantes del Partido Liberal Mexicano. En el mismo periodo, diferentes movimientos armados del norte, centro y sur del país se organizaban en contra de Porfirio Díaz, cuya salida, tras casi treinta años de ocupar la silla presidencial, era inminente.

Fallecidos durante los combates en Tijuana, mayo de 1911.

En Tijuana esta rebelión era distinta a lo que sucedía en el resto del país, ya que a diferencia de las ideas reformistas de Francisco I. Madero, el pensamiento anarquista de Ricardo Flores Magón y la orientación socialista de los miembros de la International Workers of the World (IWW), quienes se aliaron al PLM en Los Angeles para la toma de Mexicali, Tijuana y otras ciudades bajacalifornianas, pensaban convertir a todo este territorio en uno de los primeros puntos en el mundo bajo la bandera de “Tierra y Libertad”.

La demanda de “Tierra y Libertad” tiene su origen en los movimientos agrarios en Rusia en 1860. También fue usada como título de una publicación anarquista en España a finales del siglo XIX. Fue recuperada por el Partido Liberal Mexicano a inicios de 1900, y finalmente retomada por el movimiento encabezado por Emiliano Zapata en el centro de México. Desde entonces, la consigna se ha revitalizado en otros momentos como durante la Guerra Civil en España, o de manera más reciente, con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en Chiapas.

                                                     Gral. Carl Arp Pryce después de la toma de Tijuana, 1911.

En 1911, por primera vez en la historia mexicana, una gran extensión del territorio norte había sido ocupado por socialistas y anarquistas, quienes planeaban extenderse a otras ciudades del país y del mundo desde este punto geográfico.


Sin embargo, después de la toma de la ciudad comenzaron las divisiones al interior del grupo de rebeldes. Las principales diferencias eran por cuestiones ideológicas y también raciales. Además de que había rumores de que el verdadero motivo de su lucha era anexar territorio mexicano a Estados Unidos. Se relata como uno de los estadounidenses levantó una bandera que representaría a la nueva República en un punto de lo que hoy es Avenida Revolución, y ésta fue bajada y quemada por los rebeldes mexicanos.
Mexicanos insurrectos en Tijuana, mayo-junio de 1911.

El general Carl Arp Pryce, de origen galés, dirigió la rebelión durante la toma de Tijuana. Pero renunció al ser incapaz de detener las peleas al interior de su grupo y también al percatarse de que Flores Magón ya no tenía dinero para continuar su lucha. El cargo fue delegado a Jack Mosby, polémico personaje quien tampoco acabó con las diferencias entre los rebeldes, por lo que comenzaron las deserciones y la pérdida de apoyo se hizo evidente en sus filas. Este fue el inicio del fin para la rebelión encabezada por el Partido Liberal Mexicano y los miembros de la International Workers of the World en Tijuana.

Derrota de liberales por soldados del ejército, junio de 1911.

El 22 de junio de 1911, luego de intensos combates a las alturas de lo que hoy es la Colonia 20 de noviembre y Buenavista, los rebeldes se enfrentaron a un contingente de 500 soldados enviados desde Ensenada para retomar Tijuana. Ese mismo día la ciudad fue recapturada por las fuerzas federales, obligando a los rebeldes a rendirse. El PLM empezó había empezado su lucha contra la dictadura de Díaz, y paradójicamente fue vencido por esos mismos soldados pero ahora bajo el mando de Madero, a quien Flores Magón siempre criticó ya que sus propuestas sólo servían a los intereses de la burguesía y no del pueblo.



Rebeldes dirigiéndose al último combate, junio de 1911.

Tras ser derrotados, los rebeldes cruzaron la frontera hacia Estados Unidos. Tijuana, como la tierra de sus utopías no había sido más que una promesa. Pero lo que no sabían era que en años posteriores esta misma ciudad sería la tierra ideal para miles de personas que huían de los conflictos armados en el centro del país y que también buscaban un mejor lugar sus familias.

La semilla de la utopía ya había sido sembrada, y en años venideros cosecharía inesperados frutos.


Rebeldes cruzando la frontera luego de su derrota, junio de 1911.

Hoy mayo de 2016, a 105 años de que ocurrieran estos hechos, recordamos los acontecimientos de 1911 y  cómo la demanda libertaria de “Tierra y Libertad” es una huella que sigue estando presente en la memoria histórica y geográfica de Tijuana.


Primavera, 2016





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